• broken image

    Manuel

    Miami, FL

     

    Con tan solo 32 años, la vida de Manuel y la de su familia cambió para siempre cuando un accidente de moto lo dejó tetrapléjico. Después de tres años de espera para calificar para la atención domiciliaria que necesita y la defensa de FHJP junto a varias organizaciones, finalmente se aprobó la solicitud de Manuel para la atención domiciliaria.

  • Con tan solo 32 años, la vida de Manuel y la de su familia cambió para siempre cuando un accidente de moto lo dejó tetrapléjico. Las complicaciones de su accidente provocaron un derrame cerebral que a su vez lo dejó en coma pasivo. Ahora, su rango de movimiento físico se limita a aleteos de ojos y leves gestos con las manos. 

     

    Manuel tiene Medicaid, que ha cubierto la mayoría de sus facturas médicas. Pero han sido necesarios tres años de espera para calificar para la atención domiciliaria que necesita desesperadamente. Poco después del accidente, Manuel fue colocado en cuidados paliativos de Medicaid. Pero después de ocho meses, el cuidado de hospicio de 24 horas llegó a su fin, a pesar de que seguía sin poder moverse, hablar, comer o bañarse. Su familia, sin entrenamiento formal y responsabilidades competitivas que comprometen su tiempo, ha sido su única fuente de atención.

    En julio de 2019 se cumplieron tres años del trágico accidente de Manuel,y tres años de sufrimiento sin ayuda.

     

  • Las necesidades de Manuel son variadas e intensivas. Mientras estaba en el cuidado de hospicio de Medicaid, Manuel recibió nutrientes esenciales a través de un paquete de nutrición entregado a través de un tubo de alimentación. También se le proporcionaron pañales para hacer frente a su falta de controles corporales básicos. Sin ayuda financiera, su familia no puede pagar la nutrición y los pañales. Manuel ha perdido una cantidad asombrosa de peso porque su familia ha tenido que improvisar. 

     

    Julio de 2019 marcó tres años desde el trágico accidente de Manuel y tres años de sufrimiento sin ayuda. Su tía ha puesto su vida en pausa para ayudar a su amado sobrino, mientras ella lidia con su propio dolor de espalda y problemas circulatorios. La madre de Manuel no puede trabajar porque está cuidando a Manuel, y su abuela no ha podido jubilarse en paz porque se preocupa por su nieto. Los miembros de su familia han sacrificado todo para mantenerlo fuera de un hogar de ancianos y cuidarlo en casa. Este otoño, finalmente pudieron respirar aliviados cuando supieron que después de la defensa de varias organizaciones, incluida Florida Health Justice Project, finalmente se aprobó la solicitud de Manuel para atención domiciliaria. Ahora Manuel y su familia finalmente recibirán la atención que han estado esperando desesperadamente.